Estamos a punto de entrar a Semana Santa y qué mejor momento para reflexionar en Jesús como Rey.
En la iglesia Rompiendo Fronteras he estado predicando una serie de enseñanzas para explorar de manera más profunda el significado de la vida, muerte y resurrección de Jesús, y como estas expresan el Reino de Dios. Esto es, cómo se ve cuando Dios gobierna.
Si aún no has visto esta serie te invito a hacerlo en el canal de YouTube de la iglesia.
El reino de Dios vs. el reino de Herodes
A Jesús se le ve constantemente confrontando a las autoridades religiosas de Israel (fariseos, sacerdotes, maestros de la ley, saduceos), pero pareciera que no es igual de confrontativo con Herodes Antipas (aunque sí lo hace).
Sin embargo, mientras que Jesús estaba en la línea constante de batalla frente a las autoridades religiosas, su primo estaba constantemente denunciando el anti-reino de Herodes y su pecado.
Herodes había arrestado a Juan. Lo había encadenado y metido en la cárcel por causa de Herodías, esposa de su hermano Felipe. 4 Es que Juan había estado diciéndole: «La ley te prohíbe tenerla por esposa.» 5 Herodes quería matarlo, pero le tenía miedo a la gente, porque consideraban a Juan como un profeta. (Mt. 14:3–5 NVI)
Juan denunció el comportamiento inmoral de Antipas, quien había contraído matrimonio con Herodías, quien era esposa de su medio hermano Felipe. Juan anunciaba que nadie que se comportara de esa manera podía ser el verdadero "rey de los judíos". Este fue el motivo por el cual fue encarcelado.
Es desde prisión que le manda un mensaje a Jesús.
2 Juan estaba en la cárcel, y al enterarse de lo que Cristo estaba haciendo, envió a sus discípulos a que le preguntaran:
3 —¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?
4 Les respondió Jesús:
—Vayan y cuéntenle a Juan lo que están viendo y oyendo: 5 Los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas. 6 Dichoso el que no tropieza por causa mía.
7 Mientras se iban los discípulos de Juan, Jesús comenzó a hablarle a la multitud acerca de Juan: «¿Qué salieron a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 8 Si no, ¿qué salieron a ver? ¿A un hombre vestido con ropa fina? Claro que no, pues los que usan ropa de lujo están en los palacios de los reyes. 9 Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿A un profeta? Sí, les digo, y más que profeta. 10 Éste es de quien está escrito:
»“Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino.”
11 Les aseguro que entre los mortales no se ha levantado nadie más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. 12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea, y los que se esfuerzan logran aferrarse a él. 13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. 14 Y si quieren aceptar mi palabra, Juan es el Elías que había de venir. 15 El que tenga oídos, que oiga.
16 »¿Con qué puedo comparar a esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza que gritan a los demás:
17 »“Tocamos la flauta, y ustedes no bailaron; Cantamos por los muertos, y ustedes no lloraron.”
18 »Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y ellos dicen: “Tiene un demonio.” 19 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Éste es un glotón y un borracho, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.” Pero la sabiduría queda demostrada por sus hechos.» (Mt 11:2–19)
¿Te has sentido mal si a veces tienes dudas? Bueno, hasta Juan el Bautista las tuvo.
Para responderle a Juan, si Él era el que había de venir, Jesús le dice a los mensajeros de Juan que los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen, etc.
Él estaba citando directamente de la visión de Isaías sobre el "retorno del exilio" que representaba una nueva creación:
5 Se abrirán entonces los ojos de los ciegos
y se destaparán los oídos de los sordos;
6 saltará el cojo como un ciervo,
y gritará de alegría la lengua del mudo.
Porque aguas brotarán en el desierto,
y torrentes en el sequedal. (Is. 35:5–6 NVI)
En los rollos del mar muerto se encuentra que los judíos consideraban que este pasaje de Isaías era una predicción de lo que el Mesías haría. Es decir, en Israel ya se hablaba que cuando esto sucediera sería señal de que el Mesías había llegado.
Juan el Bautista vs. Herodes
Después, Jesús comienza a comparar a Juan el Bautista con Herodes Antipas, pero esto suele pasar desapercibido si no se conoce más el contexto histórico.
Jesús, en vez de decir directamente Herdodes, se refiere a él por el símbolo que él mismo había elegido, una caña que crecía en el Mar de Galilea.
Jesús preguntó: "¿Qué salieron a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?". En otras palabras, "¿qué esperaban ver en Juan? ¿Otro gobernante como uno más de los que ya tenían?".
«¿Qué salieron a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 8 Si no, ¿qué salieron a ver? ¿A un hombre vestido con ropa fina? Claro que no, pues los que usan ropa de lujo están en los palacios de los reyes. 9 Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿A un profeta? Sí, les digo, y más que profeta.
Jesús comienza a contrastar directamente el reino que Juan estaba proclamando y el reino de Herodes. Herodes era alguien que externamente se veía limpio, con ropa lujosa, pero su corazón estaba completamente alejado de Dios. Juan podía verse extraño por fuera, pero era el profeta que Dios había enviado.
Jesús afirma el ministerio profético de Juan al citar las profecías de Malaquías:
El Señor Todopoderoso responde: «Yo estoy por enviar a mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. De pronto vendrá a su templo el Señor a quien ustedes buscan; vendrá el mensajero del pacto, en quien ustedes se complacen.» (Mal. 3:1)
5 »Estoy por enviarles al profeta Elías antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible. 6 Él hará que los padres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres, y así no vendré a herir la tierra con destrucción total.» (Mal. 4:5–6)
¿Quién es el verdadero rey de los judíos?
Si Juan es el mensajero precursor de Malaquías 3–4, esto solo podía significar una cosa.
Juan había mandado mensajeros a Jesús para preguntar si en realidad "él era el que había de venir", y la respuesta fue enfáticamente "sí".
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P.S.
No te pierdas el servicio de mañana en Rompiendo Fronteras, donde estaremos celebrando el Domingo de Ramos y seguiremos profundizando en Jesús y su Reino.