El libro de Apocalipsis suele ser misterioso —incluso temeroso— para algunos. Pero en realidad, es uno de los libros más bellos en cuanto a la descripción de Cristo y la adoración que el reconocimiento de sus atributos evoca.
En el Capítulo 1, encontramos una de las descripciones más bellas de Cristo (este es de mis pasajes favoritos):
13 En medio de los candelabros, vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14 Su cabeza y Sus cabellos eran blancos como la blanca lana, como la nieve. Sus ojos eran como una llama de fuego. 15 Sus pies se parecían al bronce bruñido cuando se le ha hecho refulgir en el horno, y Su voz como el ruido de muchas aguas. 16 En Su mano derecha tenía siete estrellas, y de Su boca salía una espada aguda de dos filos. Su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza.
17 Cuando lo vi, caí como muerto a Sus pies. Y Él puso Su mano derecha sobre mí, diciendo: «No temas, Yo soy el Primero y el Último, 18 y el que vive, y estuve muerto. Pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades. (Ap. 1:13–18 NBLA)
Te comparto una imagen que trata de mostrar una idea de esta descripción:
En este post te quiero compartir un análisis de algunos de los símbolos que encontramos en esta descripción de Cristo. En el siguiente post terminaré de describir aquellos que faltan.
Hijo del Hombre
Hace una referencia a Daniel 7:13. Esta referencia habla de la autoridad de Cristo, pues dice que al Hijo de Hombre:
14 »Y Le fue dado dominio,
Gloria y reino,
Para que todos los pueblos, naciones y lenguas
Le sirvieran.
Su dominio es un dominio eterno
Que nunca pasará,
Y Su reino uno
Que no será destruido. (Dn 7:14 NBLA)
La descripción de Cristo en este pasaje es muy similar a la que Daniel hizo del Anciano de Días, aunque Daniel distingue claramente entre éste y el Hijo de Hombre. Veamos las similitudes:
9 Seguí mirando
Hasta que se establecieron tronos,
Y el Anciano de Días se sentó.
Su vestidura era blanca como la nieve,
Y el cabello de Su cabeza como lana pura,
Su trono, llamas de fuego,
Y sus ruedas, fuego abrasador. (Dn 7:9)
Más adelante, Daniel describe otra visión en la que, aunque no menciona específicamente a quién vio, hay una evidente conexión con la descripción apocalíptica del Cristo glorificado:
5 alcé los ojos y miré, y había un hombre vestido de lino, cuya cintura estaba ceñida con un cinturón de oro puro de Ufaz. 6 Su cuerpo era como de berilo, su rostro tenía la apariencia de un relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y pies como el brillo del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. (Dn 10:5–6)
Túnica y cinto de oro
La túnica blanca hasta los pies hace una referencia a Jesús como sumo sacerdote. La palabra griega (ποδήρης), en la LXX se utiliza de la vestidura del sumo sacerdote (e.g. Éx 28.4)1.
Sobre el cinto de oro, parece haber una diferencia con el cinturón de los sacerdotes del AT (cf. Ex. 39:29), aunque Josefo describe el cinto de los sacerdotes entretejido con oro2.
Cabellos blancos como la nieve
El cabello blanco como la nieve de Cristo hace eco a la descripción del Anciano de Días en Dn. 7:9. De este modo también se presenta una alta cristología, al transferir a Cristo atributos de Dios3.
Esta descripción también hace eco de la promesa de Dios en Isaías:
Aunque sus pecados sean como la grana,
Como la nieve serán emblanquecidos.
Aunque sean rojos como el carmesí,
Como blanca lana quedarán. (Is 1:18)
De esta manera podemos ver la relación que hay entre el blanco con la pureza y santidad. Dios purifica el pecado y lo hace blanco como nieve y lana. Jesús es presentado como alguien en quien no hay pecado, sino que está en perfecta santidad.
También los cabellos blancos (haciendo referencia a las canas de la vejez), son tomados en las Escrituras hebreas como símbolo de dignidad y sabiduría (Lev 19:32; Prov. 16:31)4.
Ojos como llama de fuego
Los ojos como llama de fuego hacen eco a Daniel 10:6. Sus ojos muestran su discernimiento agudo, pudiendo ver más allá de lo superficial. Él ve todas las cosas que hay en la iglesia y el ser humano.
Esta descripción se hace más evidente en el contexto de la exhortación a la iglesia de Tiatira. Aquí Jesús se presente nuevamente como el que tiene ojos como llamas de fuego (Ap. 2:18) e inmediatamente dice: "Yo conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu servicio y tu perseverancia" (2:19). Jesús tiene la capacidad de ver todas las obras.
Pies como bronce
Este elemento es difícil de interpretar dado que la palabra que es traducida como "bronce" no aparece en otro lugar de las Escrituras5. El hecho que Jesús tiene pies como de bronce bruñido en el fuego podría denotar su pureza y su celo por santidad. En Apocalipsis 19:15 dice que Jesús pisa el lagar de la ira de Dios Todopoderoso. Sus pies pisan la impureza y destruyen todo lo que corrompe al hombre
¿Cuál es tu atributo favorito?
W.E. Vine, Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo (Nashville: Editorial Caribe, 1999).
Robert H. Mounce, The Book of Revelation. Rev. ed. The New International Commentary on the New Testament (Grand Rapids, Mich.: W.B. Eerdmans, 1997), 71.
Ibid., 72.
Ibid.
Ibid.